
Autónomos agitando los tres dedos, símbolo de la Walther P38, pistola muy utilizada por los partisanos que combatieron al régimen de Mussolini. En los 70′, muchos ex partisanos heredaron sus armas a grupos armados extraparlamentarios. Así, la P38 se convirtió en un ícono del imaginario colectivo de los años de plomo.
Nota de la redacción: Reproducimos aquí el comunicado de Azione Rivoluzionaria, reivindicando el ataque contra los periódicos La Stampa y L’Unità, y donde se reivindica a los compañeros caídos en combate Aldo Marín Piñones y Attilio Di Napoli. En español, fue originalmente publicado en Conspiración Ácrata N°9, (marzo 2011). El original, en italiano, está disponible en Iconoclasta. Sobre la trayectoria de lucha de AR, se puede ver la entrada “Historia de Azione Rivoluzionaria”.
Comunicado relativo al ataque contra La Stampa[1] de Turín
y del periodista de L’Unità[2] Nino Ferrero
Extraído de Rojoscuro
Entre el 17 y 18 de septiembre de 1977, el núcleo armado de AR “Rico y Attilio” procedió a golpear la sede de “La Stampa” de Turín y el cronista de “L’Unità” Nino Ferrero. En la sede del periódico de Agnelli se colocó un artefacto que estaba destinado a causar graves daños a las estructuras, pero sin poner en peligro la seguridad de las personas; el periodista de “L’Unità” fue encojado[3]. Con estas dos intervenciones armadas Azione Rivoluzionaria intentó sancionar específicas responsabilidades colectivas y personales en relación a la gestión de las noticias sobre la muerte de nuestros compañeros Aldo Marín Piñones “Rico” y Attilio Di Napoli, caidos mientras a su vez estaban a punto de golpear la sede del periódico de la Fiat, en el marco de una acción en conjunto que lamentablemente se interrumpió trágicamente.
Al unísono, policía y consejos de fábrica gritan en contra de este “ataque a la libertad de prensa”, cubriendo de nuevo con un velo de mentiras la realidad de las cosas, no la libertad de prensa y de comunicación tuvimos la intención de golpear, sino la descarada campaña de mentiras y calumnias llevada adelante por los cagatintas[4] de régimen hacia el movimiento proletario de oposición, conscientes de que a las “armas de la crítica” ha llegado el momento de reemplazarlas con la “crítica de las armas”.
El papel de las comunicaciones de masas para mantener tanto el social existente y la extorsión de consentimiento es fundamental para el régimen; el entrelazamiento de los centros de poder económico, político y policíaco y la difusión de noticias cada vez más densa; cualquier espacio de información alternativa es negado por la sencilla razón de que las comunicaciones toman forma racketistica y oligopólica[5]: en este contexto la prensa autodenominada comunista desempeña un papel crucial de “garantía por parte de la izquierda”. La libertad que golpeamos no es la libertad de los empresarios y burócratas, cuya legitimidad ideológica proviene del uso diario de las técnicas de manipulación dirigidas a un consenso, por medio de grandes medios de un “aparato (constitucional)” que incluye tanto “La Stampa” que “L’Unità”, el periódico de Agnelli y el del PCI (Partido Comunista Italiano).
Con estas intervenciones armada quisimos y queremos reiterar con fuerza la verdad acerca de nuestros compañeros “Rico” y Attilio, barrer las burdas calumnias esparcidas, con demasiada facilidad, sobre sus nombres.
Rico fue un combatiente por la libertad y el comunismo en su país de origen: Chile. Peleó con todas sus fuerzas contra el régimen de los coroneles de Pinochet, pagando en persona y duramente. Fuera de su país no se dejó engañar por vacías palabras de apoyo impotente y empuño una vez más las armas, sabiendo que la lucha proletaria no conoce fronteras nacionales. Rico luchó en otros países de la América del Sur y se negó la impostura del “poder socialista” estilo cubano. Luchó en Italia contra el régimen demócrata-crsitiano y del compromesso storico[6], llevando a cabo numerosas acciones revolucionarias entre las cuales, para nombrar sólo unas pocas que en este momento nos conviene señalar, la destrucción de las nuevas cárceles de Florencia y de Livorno y la explosión contra el Ipca de Ciriè[7], acciones de gran relieve, sin embargo calladas o minimizados o calumniadas o ridiculizadas por la libre “La Stampa” de Turín.
Attilio fue un compañero generosísimo, aunque muy jóven, capaz de elegir y de querer en el magma de un mundo corroído y mentiroso, hecho de obligaciones continuas entre declamaciones doctrinales y compromiso real, consciente de tener que superar la dicotomía entre pensamiento y acción, dispuesto a todo con el instinto seguro de los jóvenes proletarios convencidos de no tener nada que perder, sino mucho que ganar. Attilio participó a diversas acciones distinguiendose por valentía y conciencia revolucionaria.
“Rico” y Attilio cayeron por un error técnico, tal vez debido a su deseo de actuar y al hecho de que de repente han tenido que basarse únicamente en sus propias fuerzas. Para Azione Rivoluzionaria y para el movimiento de lucha armada, sus muertes son sin duda motivo de reflexión crítica, así como de dolor, pero no de abandono: quien elige el único camino hoy viable en la lucha por una sociedad de libres e iguales, el camino armado, sabe de antemano de correr riesgos, sabe que puede pagar con su vida la lucha por la vida. Pero los revolucionarios nunca van a permitir que chacales como Ferrero y otros cagatintas de régimen puedan manchar su memoria, divulgando, bajo la protección de sus “grandes y libres” periódicos con las argumentaciones sociológicas más triviales, las calumnias más infames.
“Rico” y Attilio viven en la memoria de todos los revolucionarios. Otras manos llegan a recolectar las armas que les cayeron en la batalla. Sus detractores son sólo lo que son, viles canallas a sueldo de los servicios de seguridad.
Construir el movimiento de lucha armada por el comunismo y la libertad
Azione Rivoluzionaria contra el gobierno Berlingottiano[8]
Destruir los campos de aniquilación del proletariado
Viva Chile combatiente. Viva el internacionalismo proletario. Honor a los compañeros caídos en la lucha
Recogemos el ejemplo de Mara, Luca, Sergio, Annamaria, Antonio[9], Rico, Attilio.
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Notas de la traducción:
[1]: “La Stampa” de Turin es el periodico de dicha ciudad, y pertenece al grupo Fiat, o sea la familia Agnelli.
[2]: “L’Unità” en aquel entonces era el diario oficial del PCI (partito comunista italiano). Actualmente representa los intereses del PD (partito democratico).
[3]: Traducción de “gambizzato”. Término usado en los años de plomo para referirse a alguien que había sido herido a bala en la pierna, como un «primer aviso». La segunda vez se le disparaba a la cabeza, esa era la llamda “justicia proletaria”.
[4]: Caga-tintas utilizado por traducir “pennivendoli”, literlamente «los que se venden con la pluma», o sea los periodistas.
[5]: Racketisitca: típico del racket, de la criminalidad organizada. Oligopolio: mercado dominado por un pequeño número de vendedores.
[6]: Compromesso storico: sin traducir, ya que se trata de un pasaje de la historia política italiana. En los ’70 el partido de la DC (Democrazia Cristiana) y aquello del PCI llegaron a un acuerdo llamado compromesso storico, acuerdo para enfrentar una grave crisis economica y golpear duramente al movimiento extraparlamentario.
[7]: Industria Piemontese dei Colori di Anilina. Fábrica quimica altamente contaminante, en Cirè, provincia de Turín, que cerró en 1982. Durante la época del comunicado hubo una gran polémica por las decenas de sus trabajadores fallecidos por cáncer.
[8]: Unión de los apellidos de Berlinguer (líder del PCI) y de Andreotti (lider de la DC). O sea, el gobierno del compromesso storico.
[9]: Margherita Cagol, Luca Mantini, Giuseppe Romeo «Sergio», Annamaria Mantini, Antonio Lo Muscio. Revolucionarixs caídxs en combate, todxs pertenecientes a los Nuclei Armati Proletari, excepto la primera. «Mara» Cagol era militante de las Brigadas Rojas.